Mi vida es patética. Tengo una mamá que estaba durmiendo cuando se estaban repartiendo los puestos de buena madre, pero que llegó bien a tiempo para el de la eterna mente de nena de nueve años.. Ya se imaginarán como será vivir con ella. No crean que es muy bueno que una chica de quince años se comporte más maduro que su madre.
Mi viejo es historia aparte. Hasta hace poco, creía que era el mejor hombre del mundo y que no había padre como él. Después me pasó esa sensación horrible que es cuando te cae la ficha de alguien. Todavía lo sigo amando muchisimo, obvio. Pero no es lo mismo que antes, yo no soy la misma. Me dí cuenta que me estaba engañando a mí misma y que me invente un papá que la verdad, no existía para nada.
Y así es mi vida, tengo dos papás que me aman, pero que están ausentes en casi todos los aspectos de mi vida. Prefieren gritarme, antes que escucharme. Prefieren castigarme, antes que entenderme. Prefieren juzgarme, antes que conocerme.
Por qué estoy escribiendo hoy esto? porque estos dos, que no hacen uno, me cagaron el fin de semana con mi amiga. Son tan desesperadamente egoístas, que en vez de encontrar una solución para que yo pueda divertirme por primera vez en las vacaciones, prefieren arrastrarme a un fin de semana con ellos dos SOLOS... un calvario.
Y bueno, no puedo hacer nada más que llorar, odiar e ignorarlos lo más que pueda. Ya sé que la única que pierde con eso soy yo, pero sinceramente, ya no tengo fuerzas para hacer algo más que eso. Eso es todo lo que puedo hacer por ahora.
Hasta siempre.
Just a small town girl.
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